Hay historias de empresarios con giros inesperados y curiosos. Una de ellas es la de Sergio López de Guereñu, quien era responsable de ventas en una compañía de la industria del motor hasta que en 2019 decidió dejarlo todo para apostar por su pasión: las anchoas. Optó por quedarse con una fábrica de conservas de Santoña (Cantabria), que iba a echar el cierre por falta de relevo, y fundó Conservas La Machina. Apenas cinco años después, esta pequeña empresa ha logrado convertirse en la Mejor Empresa Artesana Tradicional de España.
López asegura que este premio, concedido por la Federación Española de Cofradías Vínicas y Gastronómicas (Fecoes), ha supuesto «una alegría inmensa», ya que la empresa ha sorteado no pocas dificultades en sus primeros años de vida: la pandemia, la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania y la posterior inflación. «Es el reconocimiento de que estamos haciendo las cosas bien y que este es el camino», añade.